Saturday, July 01, 2006

Érase una vez...La BPI.


Les cuento el sueño de un ratón:

"Imagínense una superficie grande, diáfana, como la de un hipermercado. Imagínenlo con tres plantas. Todo el suelo enmoquetado, grandes ventanales y pintado con sugerentes colores. Imaginémoslo con una terraza grande, que da a una bonita plaza de una gran ciudad, una gran plaza de una ciudad hermosa.

Ahora le vamos a añadir 20 televisores. En cada uno de ellos el canal principal de un país distinto. 200 ordenadores con conexión a internet de alta velocidad y además internet inalámbrico, wifi. Le ponemos otros 200 ordenadores, pero estos los conectamos a un servidor con cientos de películas de todo tipo y de todas partes del mundo, además de conciertos de música y documentales y entrevistas sobre lo más variado.

Por qué no, también podemos poner unos cuantos reproductores de música, digamos que 30. Algo habrá que escuchar así que vamos a poner dos gigantescas estanterías repletas de Cd's con música de todo tipo no sea que nos cansemos de algún estilo. Ahora que lo pienso,...hay quien le gusta leer la partitura mientras escucha,...adjudicado, 7 grandes estanterías repletas de partituras de todas las épocas y países. Pero ¿y si nos entra curiosidad por alguna cuestión en concreto? conclusión: libros sobre música...¿porqué no?, de varios países y sobre todas las temáticas, no sea que surga una duda complicada en un momento inoportuno: otras 10 estanterías bien grandes.

Pero no todo es música en esta vida, a ver si vamos a querer tratar sobre algo más,...solución: cientos de estanterías con libros sobre todas las temáticas que abarca el ser humano. Pero no sólo libros, también publicaciones periódicas de cualquier especialidad y en cualquier idioma,...y por supuesto, la prensa escrita de todos los países.

Bien, recordemos que es como un hipermercado de los grandes, con tres plantas. Habrá que compartirlo.

Pongámosle 200 mesas grandes, bien iluminadas y con buenas sillas para que la gente se pueda sentar. Hay quien no sabe vivir sin el ordenador portátil así que en todas las mesas vamos a poner varios enchufes.

Café y comida tampoco pueden faltar, no sea que alguien desfallezca entre tanto volumen. Ponemos unas máquinas de café, refrescos y un pequeño tenderete."

El ratón se despierta.

Quisiera contar a quien no lo conozca, que este sueño forma parte de lo que los franceses llaman "La Culture", que a su vez está englobado dentro de otro concepto engañosamente poético: "La Grandeur".

Esta biblioteca, que no es la más importante, está en pleno centro de París, muy cerca de la catedral de Notre Damme y del río Sena, integrada en el Centro "George Pompidou".

La grandeza de la BPI no está sólo en su tamaño, radica sobretodo en su "filosofía", en su concepto: es simple y llanamente un estandarte de igualdad y democracia.

Explico los motivos.

1º) La cantidad y calidad del material: todos ustedes saben lo que cuesta comprar libros, DVDs, CDs, revistas o partituras. No sólo mucho dinero sino también mucho tiempo y dedicación. Pues bien, de golpe y plumazo han reinventado una "Alejandría" para todos los presupuestos: libre acceso.
No quiero ni comentarles la cantidad de libros sobre música que no es que no hubiese leído, es que ¡ni sabía que existían! hace unos meses. "Kilos" en libros que son impagables.

2º) Acceso universal: hay varios puestos para discapacitados y es totalmente accesible (escaleras mecánicas, ascensor, etc) pero no me refiero sólo a ésto, nadie es mal mirado en la entrada por el color de la piel, el aspecto físico o incluso (a veces hay que ir esquivando) la higiene.

3º) Más que una biblioteca, espacio público: hay quien sólo va a ver la tele, a navegar por internet, tomar un café o pasear por las distintas zonas o la terraza. La disposición interna es muy inteligente, con amplios espacios integrados en los núcleos de estudio. El edificio es de referencia obligada en las escuelas de arquitectura, es de Jean Nouvelle.

A estudiar, a investigar o simplemente a pasar el rato, vamos gente de todas las edades, razas, clases sociales (desde "sin techo" o que lo parecen a "YvesSaintLaurents" de arriba a abajo),...todos juntos en misteriosa, gozosa armonía: jamás he visto una discusión o una actitud agresiva. Allí se dan cita jóvenes estudiantes de secundaria, muchísimos universitarios, gente más mayor quizás preparando doctorados, inmigrantes, turistas despistados, gente de la tercera edad y personajes de lo más variopinto leyendo o revisando cualquier cosa. Mención especial para la caterva de jóvenes descendientes de africanos, tanto chicos como chicas, que se dejan las pestañas en libros, cuadernos y teclados día tras día: modélico.

El nombre del sitio es "Bibliothèque publique d'information": un lugar de referencias, para posicionarse en cualquier cuestión, para informarse, una biblioteca de formato enciclopédico.

Para especialistas hay multitud de bibliotecas temáticas distribuidas por la ciudad.

De música hay unas cuantas: muy interesante "La médiathèque de la Cité de la Musique", no sólo por la calidad y cantidad de material, también por moderna e interactiva.

Para los "contemporáneos" son visita obligada la del CDMC ("Centre de documentation de la musique contemporaine") y por supuesto, la mediateca del "templo": el "IRCAM", en el mismo complejo que la BPI.

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