Friday, June 30, 2006

1º) A qué edad hay que empezar a tocar el violín o la viola para llegar a ser profesional.

Definiré como profesional a todo aquel cuyos ingresos económicos procedan de tocar o de dar clases de violín. También incluyo a los que dedicándose a otra actividad pudieran subsistir dentro del mercado laboral de la música.

Comienzo por comentar mi caso, aunque no es muy significativo: empecé a tocar el violín con 10 años.
Digamos que no muy joven, el método Suzuki, por ejemplo, está pensado a partir de 3 años y la mayoría de mis alumnos jóvenes han empezado con 7 u 8 años, pero tampoco muy mayor en comparación con algunos de mis compañeros de profesión.

Conozco varios casos de gente que empezó entre los 12-14 años y que ahora son profesores de conservatorio y habituales de distintos grupos y orquestas nacionales y europeas.
Dos compañeros míos, uno viola y el otro violín-viola como yo, empezaron a los 16 años, y ambos tocan con músicos, grupos y orquestas de prestigio internacional, realizan giras alrededor del mundo y graban discos (ahora tienen 29 y 35 años aproximadamente).
Un buen amigo mío empezó con el violín a los 18 años (su padre no le dejaba tocar) y actualmente vive de tocar y dar clases en Madrid (ahora tiene 40 años).

Son hechos que no admiten refutación. Se puede llegar a profesional sin empezar siendo muy niño.

Ahora voy con lo que intuyo que tienen razón estos señores que afirman que sólo se puede tocar bien si empiezas muy joven.

El "truco" es que ellos no se refieren a tocar bien un instrumento, si no a ser un fuera de serie de los que hay pocas docenas en todo el mundo.

Seguramente todos o la gran mayoría de los grandes solistas empezaron no muy jovenes si no en el seno materno.
La gran mayoría hijos de buenos músicos o grandes aficionados que viven la música con intensidad y que por tanto los hijos desde pequeños también.
No sólo ésto, también suelen haber tenido profesores clarividentes y dedicados al talento germinado y tarde o temprano suelen dar con algún "padrino" que les pone un gran instrumento en sus pequeñas manos para continuar la progresión en las escuelas y con los maestros más prestigiosos.

Aún así les voy a rebatir esto mismo (parece generalizado en razón de lo que me han contado diversas personas, lo que he podido observar a lo largo de mi carrera y lo que he leído o visto en documentales) por una sencilla razón:

Soy de la opinión de que las barreras están para superarlas; lo que acabo de escribir sobre los "cracks" del violín no es ninguna sentencia.
No quisiera que algún chaval o no tan chaval que se esté partiendo el callo ahora mismo estudiando varias horas al día, con la ilusión de llegar a ser también un gran solista, lea esto para descansar un rato, no se vea dentro del perfil y le baje la moral.

Mi opinión es que con constancia, motivación y suerte cualquiera puede conseguir lo que se proponga.

Además todo lo que he expresado acerca de los "cracks" parte de información limitada y subjetivada: no he realizado una encuesta por el Carnegie Hall ni el Musikverein, ni nada por el estilo, seguro que hay excepciones.

2º) Diferencia entre adultos y niños a la hora de estudiar uno de estos instrumentos.


Definiré como adulto todo aquel que empieza (o se lo toma más en serio) con más de 18 años.
No conozco ninguno que halla llegado a profesional, no digo que no los halla, pero no es cierto que no puedan tocar bien un instrumento.

Supongo que el tema fisiológico, es decir, el que los huesos se hallan soldado en las articulaciones (mientras somos niños son cartílagos, mucho más moldeables) influye. Al fin y al cabo tocar un instrumento es un ejercicio físico, un deporte. En inglés y en francés (to play the violin / jouer le violon) se dice "jugar al violín" en vez de "tocar el violín". Los anglosajones también "juegan a la música" (to play music) cuando los francófonos (faire de la musique) e hispanohablantes "la hacemos".

Las articulaciones tienen que adaptarse poco a poco, con los años, a los movimientos físicos extremos necesarios para tocar a nivel profesional.

Pero creo que el principal motivo es el modus vivendi; es decir, a un joven le puedes inculcar la música y bien enfocado estudiará mucho cada día; sin problemas laborales, sin tener que cocinar o hacer la compra, sin pagar la hipoteca, etc...llegará, con un poco de suerte, a ser profesional.

Me gustaría saber que pasaría con un adulto motivado que tuviera la oportunidad de dedicarse a tocar el violín en las mismas condiciones durante 12 años, lo que dura una carrera de violín por término medio. Estoy convencido de que llegaría también a ser profesional. Difícil de comprobar en la práctica ¿no?

3º) Mi experiencia didáctica tanto con niños como con adultos.

Por último, un pequeño comentario sobre mi experiencia educativa en función de la edad de los estudiantes.

Con los jóvenes tengo la ilusión de verles progresar, la motivación de que estén motivados, la responsabilidad de hacer bien mi trabajo como parte del proceso educativo... ¡Son Niños, Son el Futuro!
En la mayoría de los casos, hay que trabajar ante todo la motivación.

En un ambiente hostil en general a toda música que no sea "light" como es el español, cuesta convencer a un niño que el esfuerzo y dedicación van a tener recompensa a largo plazo. Muchas veces, sólo conseguir que no lo dejen ya es un triunfo.

Es bien distinto cuando en su casa son valorados y tienen feedback con hermanos, familiares diversos o amigos: en estos casos es fácil enseñarles.

Con los adultos es coser y cantar: vienen todos (en general) muy motivados, precavidos de sus limitaciones y sobre todo, con mucha humildad: es curioso cómo algunos casi se avergüenzan por "osar" enfrentarse a la grafía musical, al ritmo o a las alturas (do, re, mi, etc).

En la mayoría de los casos vienen para cumplir una ilusión: cumplir con ese sueño que no han llevado a cabo siendo más jóvenes.

No crean que defraudan, al contrario, los resultados son muy buenos y me llevo muchas sorpresas.

Reflexionan, preguntan, estudian duro,... pero hecho en falta más voluntad política y coordinación por parte de centros culturales, escuelas de música y conservatorios, asociaciones vecinales, la sociedad española en general para ponerlos de acuerdo y tocar juntos.

Lo mejor de la música es compartirla, es una gran actividad social e intelectual que une mucho a las personas.
Es a la vez un juego de destreza y estrategia pero sobre todo, complicidad.

Está mitificado el tema de la dificultad de la música.
En música, como en muchas otras cosas, las cosas son fáciles al principio y según vas avanzando se complican.
La clave está en que uno puede plantarse en el momento que quiera y por poco que se aprenda, sirve de mucho.

Para finalizar...


Conclusiones:
1º) Para ser un "Crack" del Violín, en principio ya que puede haber excepciones, hay que empezar siendo muy pequeño y con unos condicionantes sociales definidos.
2º) Para ser un buen profesional se puede empezar más tarde.
3º) Si la ambición es sólo (nada menos) hechar un buen rato solo o acompañado, todas las edades son igual de buenas.

Wednesday, June 28, 2006

Bienvenido/a

Poco a poco iré poniendo algunos buenos enlaces que guardo en favoritos sobre distintos aspectos del mundo musical, y quizá alguna reflexión.

Si tienes cualquier duda sobre el violín, la viola o cualquier aspecto de la Música, puedes preguntar añadiendo un comentario a este mensaje. Lo que no sepa lo investigaré. Así mismo invito a participar a todo el que quiera sobre cualquiera de las cuestiones que puedan surgir.

Voy a estar en Madrid durante los meses de verano, así que si quieres recibir clases de violín, viola, lectura y escritura musical, análisis o informática musical, sólo tienes que enviarme un email: asdfasdf17@hotmail.com

Mi CV

Nací en 1975 en Madrid, trabajo como violinista y violista profesional desde los 17 años.

He tocado en numerosas ciudades europeas con distintos grupos, tanto de Música de cámara como en Orquesta. He grabado con la Orquesta Barroca de Salamanca, para el sello Verso, los conciertos para clave de Goldberg, dirigida por Jacques Ogg y en numerosas ocasiones para Radio Nacional de España.

He recibido clase de prestigiosos solistas como David Quiggle (EEUU), Wim ten Have (Holanda) o François Fernandez (Conservatorio de París). Así mismo, becas por parte del Ministerio de Educacion y Ciencia, "Casa de Mateus" en Portugal y Universidad de Salamanca. (Todas ellas como violinista o violista).

También he desarrollado una labor pedagógica importante, sobre todo en las Escuelas Municipales de Madrid, desde 2000 a 2005, sin olvidar clases particulares, no sólo de violin pero tambien de piano, armonía, nuevas tecnologias aplicadas a la enseñanza musical, etc.

Desde los 20 años comparto mis interés entre los instrumentos de cuerda aguda y la teoría musical en todas sus facetas: musicología y análisis, pedagogía, informática musical y electroacústica.

He trabajado como copista y revisor de partituras para las editoriales "Subini Zerboni", y "Sgae". Entre mis trabajos como copista destacan la zarzuela "El centro de la tierra" de Fernandez Arbos, "Almeria" y "El Polo" de Albéniz/Guerrero y "Apeiron" de Posadas. "Apeiron" se estrenó en Strassbourg por la Orquesta de Radio France, y está grabada por Radio France. "El centro de la tierra" está grabado por la Orquesta Sinfonica de Madrid, Jose Luis Temes dirige, y las piezas orquestadas de Albéniz por Radio Nacional de España y la Orquesta Filarmónica de las Palmas.

Desde Octubre de 2005 resido en París, en parte becado por el CCMIX (Centre de Création Musicale Iannis Xenakis) y esperando a ver si me admiten en la Universite Paris VIII para hacer un máster sobre Musica contemporánea y retórica clásica, bajo la tutela de Horacio Vaggione.